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Es un conjunto de componentes de aleación  metal, porcelana y polietileno que sustituyen la articulación dañada o una sección de la misma, logrando eliminar el dolor y mejorando la movilidad y calidad de vida del paciente.

Muchos factores son de relevancia a la hora de elegir los tipos de prótesis de cadera, estos incluyen la razón de la cirugía, por ejemplo, que sea por desgaste o por una fractura; la edad del paciente; la calidad en los huesos; presencia de cirugías previas, entre otros; e incluso, el tipo de cirugía que se realizará para el reemplazo articular de cadera.

Las prótesis articulares se clasifican en función al tipo de sustitución que se realizará:

• Prótesis total de cadera: suelen utilizarse en los casos de artrosis y desgaste articular.
• Prótesis parcial de cadera: se emplea para el tratamiento de fracturas del fémur y edad muy avanzada.
• Prótesis de revisión:  sirven para reemplazar una prótesis ya existente por algún problema particular y existen varios tipos de prótesis de revisión en marcas y especificaciones de cada paciente.

Una vez que se ha fijado la necesidad de realizar una cirugía de reemplazo de cadera, el paciente deberá realizarse diferentes estudios de laboratorio en función y una valoración por un médico internista para que se emita un riesgo quirúrgico; esto con el objetivo de identificar si su estado de salud es el indicado para este tipo de intervenciones.

El procedimiento quirúrgico suele ser (entre una o dos horas) durante el cual el cirujano de cadera quitará tanto el hueso como el cartílago dañado y colocará el implante que ya ha sido seleccionado y aceptado por el paciente con anterioridad.

Tanto el tamaño de la incisión, como el tiempo exacto de la recuperación de la cirugía de cadera, variarán en función a cada caso y estatura del paciente, incluyendo el estado de salud previo a la operación.

El plan es iniciar deambulación o caminar al siguiente día con asistencia, la recuperación tras la cirugía de prótesis de cadera será diferente para cada persona, se retiran puntos de sutura de la cicatriz en 2 semanas y se inicia rehabilitación física a las 4 semanas de la cirugía, generalmente se valora el alta de 3 a 6 meses dependiendo de la evolución de cada paciente.

Luego de la cirugía, el paciente se verá beneficiado con una reducción en el dolor o incluso la supresión total de este, también tendrá un mayor rango de movimiento; aunque tendrá limitantes específicas que deberá mantener por el resto de su vida como ciertos movimientos, o sentarse a niveles muy bajos, ponerse en cuclillas, etc. para evitar así que haya complicaciones o llegue a ser necesaria otra cirugía.